La brecha de género es una de las disparidades más persistentes en nuestra sociedad, afectando múltiples ámbitos, entre ellos, el educativo, sostiene la Maestra Mónica Daniela Elizondo Chao.
La Coordinadora Académica de Formación Continua en el Estado de Nuevo León comparte en entrevista con HDMX su perspectiva respecto a la brecha de género que existe en el ámbito educativo en la actualidad y explica porqué es importante hablar sobre este tema.
Elizondo Chao señala que a pesar de los avances en igualdad de derechos y oportunidades, aún existe una marcada desigualdad entre hombres y mujeres en el acceso, la participación y los resultados educativos.
HDMX: ¿Qué es la brecha de género y cómo se manifiesta en el ámbito educativo?
R. La brecha de género es una disparidad entre géneros que se puede dar en diversos ámbitos. Específicamente, el ámbito educativo se manifiesta como una desigualdad de oportunidades entre hombres y mujeres.
P. ¿Cuáles son los factores que contribuyen a que se genere esta brecha de género?
Son diversos los factores que contribuyen a que exista esta brecha de género en la educación, en mi opinión los principales están relacionados con el ámbito familiar en el que se desarrollan, la pobreza, la cultura, y situaciones personales.
Haciendo énfasis en el ámbito familiar, he podido observar que la forma en que educan a los niños, niñas y adolescentes en sus primeros años de vida, impacta en gran medida en la proliferación de los estereotipos de género. En algunas familias se fomenta esta forma de educación que es poco favorecedora para las mujeres, principalmente. Al hombre lo educan para ser el cabeza de familia, proveedor, mientras que a la mujer sólo como madre, a que se case y cuide a los hijos. Es así, que los niños, niñas y adolescentes van creciendo repitiendo los mismos patrones que les enseñaron.
P. ¿Por qué es relevante hablar sobre la desigualdad de género en el ámbito educativo?
R. Hablar sobre la brecha de género en el ámbito educativo es esencial para identificar y tomar acciones sobre esta problemática que afecta a las niñas y adolescentes en las escuelas, dado que existen ciertos factores, -como los estereotipos de género- que impactan negativamente en su trayectoria académica, y ellas muchas veces no entienden el papel importante que juega la educación para su desarrollo.
No sobra mencionar, que es nuestra propia Constitución la que reconoce el derecho de todos los niños, niñas y adolescentes a recibir una educación inclusiva y de calidad en los niveles básico y medio superior, sin importar su etnia, religión o discapacidades, y por lo tanto, nosotros como docentes debemos implementar las medidas necesarias para que esto se llegue a cumplir.
P. En su experiencia, ¿qué acciones sugiere que se implementen para disminuir esta problemática?
R.
- Fomentar un enfoque de educación inclusiva, implementar acciones donde todos nuestros estudiantes se sientan valorados e incluidos, fomentar la comprensión y la comunicación mutua, promover la participación equitativa e invitar a todos a participar de manera activa, evitando cualquier forma de exclusión.
- Promover la comprensión y la comunicación mutua, acciones efectivas contra el acoso escolar, fomentando el respeto, la comunicación, la solidaridad de los estudiantes, la empatía y lo que es el enfoque de la igualdad de responsabilidades ya sea en el hogar o fuera de él. Básicamente crear un ambiente en donde todas las estudiantes se sientan valoradas.
- Dar oportunidades de desarrollo equitativas, asegurarse de que las alumnas tengan las mismas oportunidades de desarrollo profesional equitativamente con base en la formación educativa y un enfoque inclusivo en su educación.
- Concientizar a los padres de familia sobre la educación de sus hijos, principalmente de las niñas, esto es clave para que la niña tenga esa percepción de que hay un mundo más allá de lo que ellos promueven.
P. ¿Cuál es el principal reto para las y los colaboradores de las escuelas al momento de querer implementar medidas que atiendan a la problemática?
R. Todas las ideologías que traen las familias, lo más difícil es abrirle los ojos a los niños y niñas de que todos somos iguales; ya que entre ellos mismos se discriminan desde sus actividades diarias hasta sus gustos o comportamientos.
También el hacerles ver que la felicidad no debe estar basada en otra persona, que el seguir modas como en el caso de las niñas de estar delgada, ser una ama de casa, o estar casada, no va a traer la felicidad necesariamente y no hay porque seguirlo para estar cómoda con una misma.