Víctor Olea, presidente de la Barra Mexicana, Colegio de Abogados, no tiene dudas: la reforma judicial impulsada por el Ejecutivo federal busca desaparecer el Poder Judicial.
En entrevista con Escala Legal, Oléa expresa su profunda preocupación por la crisis que atraviesa el Poder Judicial de la Federación debido a la reforma promovida por el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Según el líder de los abogados, nunca antes en la historia del país se habían vivido momentos tan oscuros para la justicia y el sistema parlamentario como los actuales.
Oléa advierte que, si esta iniciativa de reforma se aprueba tal como está planteada, se pondría en grave riesgo la independencia judicial y el futuro de la profesión legal.
«De lograrse una aprobación de esta iniciativa como está planteada, estaríamos francamente ante la erupción absoluta de la separación de poderes en nuestro país, de la independencia judicial y del futuro de la profesión legal», sostiene.
El presidente de la Barra Mexicana, Colegio de Abogados subraya que han surgido múltiples factores en contra de esta reforma, incluyendo la suspensión de actividades por parte de trabajadores, magistrados y jueces en todo el país, así como el apoyo de diversas organizaciones nacionales e internacionales.
Además, gobiernos extranjeros como los de Canadá y Estados Unidos han manifestado abiertamente su oposición a la reforma, alertando sobre sus posibles consecuencias económicas y diplomáticas, como la afectación al Tratado de Libre Comercio.
Para Oléa, no hay duda de que la reforma judicial es una venganza del Ejecutivo en contra de los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) por haber resuelto asuntos en contra del gobierno federal y porque el bloque mayoritario no permitió la reelección del ministro Arturo Zaldívar como presidente de la SCJN.
«A mí me parece que es una venganza», dice Oléa. «A los ministros actuales se les quita el derecho de retiro, pero no a los que estaban antes, como si los actuales no tuvieran derechos adquiridos, pese a que la mayoría de ellos tienen largas carreras judiciales, algunos de más de 40 años. Todo esto da la pauta clara, inobjetable, de que se trata de una venganza contra ellos».
El abogado reconoce que es necesaria una reforma profunda e integral del sistema judicial en México, pero que debe ser el resultado de un análisis exhaustivo, y no de la prisa por imponer cambios que podrían politizar la justicia y debilitar la independencia del Poder Judicial. «Nosotros creemos que todo lo que está planteado en la iniciativa, desde la elección popular de ministros hasta el propio sistema de elección que sería prácticamente inviable, el elevadísimo costo que tendría esa jornada electoral, y la posibilidad de que esas elecciones sean influenciadas por la delincuencia organizada, es incorrecto», afirma Oléa.
«El Tribunal de Disciplina es prácticamente una Espada de Damocles sobre los jueces, magistrados y ministros. La realidad es que todos estamos conscientes de que es necesario realizar una reforma a nuestro sistema de justicia, pero debe ser una reforma profunda e integral para mejorar tanto la procuración como la administración de justicia. No entendemos la prisa, cuando se trata de un tema de gran calado que requiere un análisis profundo».
Oléa concluye con un tono pesimista, afirmando que, aunque existen instancias internacionales que podrían intervenir, no ve cómo a nivel judicial se pueda detener la aprobación de la reforma si es aprobada por el Congreso federal.
-¿La Corte puede detener la reforma?
-En mi opinión jurídica, no veo posibilidad de que a nivel judicial esto se pueda parar. Como sabes, existen instancias internacionales, algunas ya activadas, como la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y la propia ONU, que se ha pronunciado a través de la Relatora de Derechos Humanos. Sin embargo, a nivel judicial no veo cómo poder detenerla.