- El autor plantea la necesidad de considerar lecciones aprendidas de la historia de los centros de manufactura y logística a nivel global para evitar errores pasados y planificar con éxito el nearshoring
El concepto del «Nearshoring» representa una etapa crucial en la evolución de las relaciones comerciales entre México y Estados Unidos, influenciada por la creciente interacción con países que buscan trasladar sus plantas de manufactura y aprovechar las ventajas de la proximidad geográfica.
Para comprender completamente esta oportunidad y sus alcances, es esencial considerar los antecedentes y lecciones aprendidas de la historia de los centros de manufactura y logística a nivel global.
Al hacerlo, podemos evitar repetir errores pasados y realizar una planificación precisa en términos de tiempo y alcance. Ignorar esta perspectiva histórica es caer en las trampas de quienes carecen de la visión y el conocimiento necesarios para abordar este tema de manera efectiva.
Por lo tanto, es crucial que nos sumerjamos en casos relacionados para extraer lecciones valiosas, dialogar con colegas expertos en la materia y aplicar las conclusiones que podamos extraer.
Un ejemplo de esto se remonta a 1949, cuando Taiwán se separó de China después de una guerra civil. Esta independencia condujo a un crecimiento político y económico sin precedentes, convirtiendo a Taiwán en un polo económico global y motivando a China continental a seguir un camino similar.
En 1965, Singapur fue expulsado de Malasia debido a conflictos raciales y desacuerdos políticos. Este evento marcó el inicio de un cambio cultural, educativo y de desarrollo que transformó a Singapur en un destacado centro de comercio mundial en la punta de la península de Malasia.
En el año 2000, en Nuevo León se inició el proyecto de la Carretera a Colombia, como una iniciativa privada respaldada por familias de Laredo, Texas, con el objetivo de impulsar el comercio en el estado. Sin embargo, el gobierno estatal no brindó el apoyo necesario, lo que evidenció la falta de visión estratégica.
El 2006, se concretó la creación del «Euro-Asian Development Bank» con el propósito de integrar a los países y fomentar el desarrollo económico, el comercio y las redes comerciales.
En 2007, el Banco de Desarrollo de Asia y el gobierno de Alemania establecieron una iniciativa para el desarrollo de ciudades secundarias, con un enfoque en infraestructura, reducción de la pobreza, mitigación del cambio climático y gobernanza efectiva.
China inició en 2013 la «Belt and Road Initiative», también conocida como BRI, una nueva ruta de la seda que involucra la construcción de infraestructura en 147 países, incluyendo ferrocarriles, tuberías para transporte de energía, carreteras y puertos.
El 9 de septiembre de 2023, el Príncipe Heredero de Arabia Saudita anunció un corredor económico transcontinental entre India, el Medio Oriente y Europa, con una inversión significativa y la creación de empleos.
En 2023, la virtual candidata del Frente Amplio por México a la presidencia, Xóchitl Gálvez, reconoció la importancia del «Nearshoring».
Ese mismo año, el gobierno de Nuevo León inauguró una parte incompleta de la carretera para impulsar el transporte por la Carretera a Colombia, buscando evitar problemas de seguridad en Tamaulipas, aunque sin un plan claro.
En respuesta a estos desarrollos, el despacho Zarate Abogados estableció el Consejo, Registro y Consulta de actividades del «Nearshoring» (CRCN) y comenzó a construir una base de datos para sus miembros.
¿Qué factores podrían afectar la dinámica del Nearshoring entre Estados Unidos y México?
Problemas y desafíos relacionados con la fiscalidad, la moneda, la infraestructura, la legislación, la tecnología, la logística, el sindicalismo, la entrada de empresas extranjeras, los recursos energéticos, la contaminación ambiental y la gestión del agua, podrían influir en la eficiencia y la competitividad de la relación comercial entre ambos países bajo la óptica del Nearshoring.
Estos son los principales:
- Un régimen fiscal generalizado que no considera las inversiones, riesgos, costos y reglas operativas de los mercados y cadenas de valor a los que pertenecen.
- Con una moneda volátil que carece de seguros y garantías que faciliten la firma de contratos a precios fijos, una demanda común en los mercados.
- Con infraestructura logística y regulaciones que no se ajustan completamente a los acuerdos entre las empresas participantes y sus clientes.
- Con una legislación anticuada que no responde de manera eficiente a las necesidades de las relaciones comerciales en términos de velocidad y eficacia.
- Con insuficiente preparación y apoyo en áreas tecnológicas y de desarrollo.
- Con aduanas y sistemas de transporte lentos e ineficientes.
- Con carreteras que carecen de certificación de calidad y de garantía de durabilidad por parte de los constructores.
- Con centros de investigación y desarrollo tecnológico en instituciones de educación superior que no cuentan con certificación.
- Con un sindicalismo desactualizado que no beneficia ni a los trabajadores ni a las empresas, sin excepción.
- Con la entrada de empresas extranjeras sin un control ni una regulación adecuada que no fomenta el desarrollo de la producción local ni beneficia a la región.
- Con suministros de energía y recursos energéticos que no son competitivos en precio, cantidad y calidad.
- Con niveles de contaminación del aire que excedan los límites establecidos.
- Con regulaciones ambientales gubernamentales en lugar de establecer un instituto ambiental global propio.
- Con un suministro y gestión del agua a cargo del gobierno, en lugar de crear nuestras propias fuentes y recursos para garantizar su disponibilidad y operación.
- Con obstáculos en la obtención de autorizaciones para el uso de energías limpias.
- Con una falta de suministro de agua de calidad y cantidad adecuada para las operaciones industriales y la salud del personal tanto en el trabajo como en sus hogares.