En entrevista con Escala Legal, los directivos Argenis Bauza y Ramón Salas y el académico Miguel González comparten opiniones de cuando se conjuntan tanto los objetivos como las tecnologías adecuadas en un negocio, lo que se puede considerar como transformación digital.
Cerca de 200 millones de casos. Más de 4 millones de muertes. La pandemia de COVID-19 ha impactado en todos los aspectos de la vida. Y todavía no hay claridad de cuándo terminará esta emergencia sanitaria mundial.
Las dificultades para poner fin a la pandemia se reflejan con las nuevas olas de infecciones y las medidas sanitarias que vuelven a reforzarse. México no está exento de este panorama.
El alza en los contagios y los cierres parciales de los estados fue lo que comenzó con el retroceso de la economía nacional, que de enero de 2019 a septiembre de 2020 vio el cierre de 1 millón 10 mil 857 micro, pequeñas y medianas empresas (MIPYMES), de acuerdo con el segundo conjunto de resultados del Estudio sobre la Demografía de los Negocios (EDN) 2020, realizado por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
No obstante, este mismo entorno adverso para las compañías también vio el nacimiento de 619 mil 443 MIPYMES en el mismo periodo. ¿A qué se debe que unas empresas hayan cerrado, que otras hayan surgido y que unas más hayan sobrevivido?
Expertos señalan que hay diversas variables a tomar en cuenta, pero coinciden en que la pandemia obligó a que los negocios se adaptaran al ámbito de las tecnologías, con el fin de subsistir, transformarse o adentrarse en el mercado.
¿En qué consiste la transformación digital?
La transformación digital no sólo tiene que ver con la adopción de nuevas tecnologías en los negocios. Transformarse hace referencia a los objetivos trazados por una empresa para alcanzar metas o para adaptarse a contextos externos cambiantes.
“Pensar en cómo lograr un objetivo, y ese objetivo de negocio puede ser vender más, ser más efectivo en costo, tener mayor participación de mercado”, comenta Argenis Bauza, socio de Digital Lighthouse México y Centroamérica de KPMG en México, en entrevista con Escala Legal.
Lo digital llega una vez que la empresa tiene bien definidos sus objetivos. Las tecnologías que pueden ayudar a cumplirlos.
“La parte digital implica innovación constante porque tiene grandes cantidades de datos y tienes tecnologías disponibles”, agrega Bauza.
Cuando se conjuntan tanto los objetivos como las tecnologías adecuadas, se puede hablar de transformación digital. Parece sencillo, pero continuamente hay errores comunes; por ejemplo, el empleo de tecnologías que no van a aportar nada al negocio debido a una mala planeación desde el inicio.
Para muestra de ello, están los datos del INEGI. De los más de 1 millón de negocios que cerraron de enero de 2019 a septiembre de 2020, 19.1 por ciento usaba equipo de cómputo para sus actividades. Por otro lado, del total de empresas que sobrevivieron en ese mismo lapso, 18.2 por ciento reportó usar computadoras.
En porcentajes, el uso de equipo de cómputo era mayor en las empresas que tuvieron que cerrar por la presión de la pandemia. Esto es un indicador de que el uso de las tecnologías no asegura nada aunque es posible tener más certeza con un plan detrás.
“No es utilizar nueva tecnología porque está de moda o porque está disponible, sino tener un objetivo clave de negocio y cómo luego apalanco con tecnología”, enfatiza Bauza.
Una pandemia que impulsó sin precedentes
Las compañías tienen una postura casi unánime: la pandemia de COVID-19 trajo consigo un impulso sin precedentes en la transformación digital de la estructura empresarial.
De acuerdo con el estudio “2020 Global CEO Outlook. Edición especial COVID-19”, elaborado por KPMG International, 80 por ciento de los directores ejecutivos (mejor conocidos como CEO´s, del inglés Chief Executive Officer) que fueron consultados, dijo que la transformación digital en sus empresas se aceleró en medio de la pandemia.
En este mismo sentido, el “2020 Global CIO Report”, realizado por la compañía Dynatrace, consultó a 700 CIO (del inglés Chief Information Officer), es decir, director ejecutivo responsable de las tecnologías en una empresa. De estos, 89 por ciento señaló que la transformación digital de sus empresas se aceleró en 2020, año de la pandemia de COVID-19.
El estudio de KPMG destaca que, aunque en una proporción menor, este fenómeno también se presentó en México: de los CEO´s consultados en territorio nacional, 69 por ciento aseguró que la transformación digital de sus negocios se aceleró durante la pandemia.
Esta tendencia fue mucho mayor en el estudio de Dynatrace, pues de los CIO consultados en México, 96 por ciento indicó que la transformación digital se vio acelerada de enero a diciembre de 2020. Además, 58 por ciento consideró que dicha transformación continuará en el futuro.
“Las empresas que ya venían transformándose digitalmente tuvieron que hacerlo de una manera mucho más rápida; y a algunas empresas que estaban todavía en la disyuntiva de si se transformaban o no pues no les quedó otra, porque o se transformaban o morían”, explica Ramón Salas, director a nivel Latinoamérica de Dynatrace, en entrevista con Escala Legal.
Dynatrace es una empresa que acompaña la transformación digital de los negocios que monitorea el estado completo de aplicaciones o sitios web, infraestructura tecnológica y experiencia de los usuarios mediante un software inteligente. Desde este monitoreo, recalca Salas, también es posible observar que la pandemia explotó el uso de dispositivos digitales y, con ello, tendencias como el ecommerce, pues con las personas encerradas en sus casas por las medidas de confinamiento se tenía que hallar una manera de seguir vendiendo.
Precisamente, esto último es un caso de transformación digital: el objetivo es vender más, ya que la pandemia tiró las ventas porque la gente ya no compra de manera presencial. Por tanto, es necesario acudir al comercio electrónico.
Al hacer uso de tecnologías (como aplicaciones y servidores en la nube) para adaptar el negocio a las ventas por internet, la compañía llega a la transformación digital.
El retail fue de los sectores que más creció, sin embargo, las reacciones fueron distintas en toda la industria.
Las industrias más afectadas por la pandemia
Miguel González, doctor en Inteligencia Artificial y profesor e investigador del Tecnológico de Monterrey, concuerda con la postura de que el ecommerce, en general, ha sido el más ganador en la pandemia.
“Todo el comercio electrónico fue el más beneficiado por la pandemia. Ahora ya todos sabemos que podemos hacer el súper en línea o algunas plataformas que incluso te traen el súper. Es decir, no sólo te ayudan a que lo compres, sino que te lo llevan; y no solamente de una tienda, sino de varias”, dice González en entrevista con Escala Legal.
El investigador señala que en México no se registró tanta innovación en cuanto a la creación de nuevos productos o servicios, pero que sí la hubo con relación al uso de plataformas ya disponibles, con el fin de transitar al mundo digital. Por ejemplo, vender productos a través de MercadoLibre, Amazon o incluso de Facebook e Instagram, donde el trato es más directo aunque también sean canales digitales.
“También, dentro de las compras en ecommerce, destacaron la ropa y cosas para el entretenimiento. La innovación consistió en utilizar plataformas ya existentes para poder acercar estos productos y servicios para, por ejemplo, poder seguir comiendo o vistiéndonos en casa”, agrega.
KPMG realizó un análisis del comportamiento de los sectores del mercado en medio de la pandemia de COVID-19. Su socio de Digital Lighthouse México y Centroamérica, Argenis Bauza, señala que se detectaron cuatro tipos de reacciones dentro de las industrias durante el impacto provocado por el nuevo coronavirus:
- Industrias que surgieron. El especialista de KPMG dice que aquí se encuentran los sectores que ya estaban preparados para el entorno digital y entonces despegan con la pandemia.
“Surgen las de ventas en línea, las empresas como Amazon. También el tema de telecomunicaciones: se empezó a vender más cable porque la gente está más en casa y consume más entretenimiento; entrega de comida, de telemedicina, streaming de medios, plataformas de interacción. Entonces, esto activa este tipo de industrias que son más de acceso remoto”, comenta.
- Industrias del rebote. Se trata de las que bajaron, pero que al modificar su negocio con tecnologías vieron un incremento importante.
“Hay unos sectores que les pegó y volvieron a subir, como el bancario, por ejemplo. Sí le pegó al principio, pero crearon nuevos canales y entonces volvió a activarse. Al de bienes de consumo también le pegó un poco al principio, pero la verdad es que le ha ido muy bien; a los de alimentos, agricultura y transporte”, agrega Bauza.
- Industrias que cayeron completamente. Aquí tenemos a los sectores que vieron reducida de forma importante su demanda debido a los cierres provocados por COVID-19.
“Por ejemplo, las aerolíneas; comercio minorista pero en las tiendas físicas porque la gente ya no iba a comprar; a la educación superior también le pegó muchísimo porque la experiencia de estar en la clase es algo que tú compras cuando vas a una universidad; a la hotelería le pegó durísimo; también restaurantes, lugares para entretenimiento”, menciona.
- Industrias que se transformaron para emerger. Se trata de los sectores que tuvieron caídas fuertes, pero que verán una recuperación a largo plazo por la adopción planeada de nuevas tecnologías.
“Aquí entran las industrias automotriz, viajes y ocio; también productos duraderos, servicios profesionales, seguros, cuidado de la salud, inmobiliaria, construcción”, destaca Bauza.
El socio de Digital Lighthouse México y Centroamérica de KPMG en México indica que hay cuatro curvas a tener en cuenta: primero está la curva de la enfermedad, que nos indica cómo van los contagios; le sigue la curva de la macroeconomía, en donde se refleja si hay un impacto económico por la enfermedad; luego está la curva de la industria, donde las afectaciones ya son más directas; y por último la curva de la empresa.
“La única que yo puedo controlar es esta última. Es decir, cómo reacciono a esta situación que pasó aquí”, añade. Una reacción es aplicar el modelo de transformación digital explicado por el mismo Bauza.
Ayudar a las MIPYMES
En muchas ocasiones las micro, pequeñas y medianas empresas del país no pueden hacerle frente a este contexto adverso. Su situación involucra desde falta de recursos económicos y el poco acceso a apoyos, hasta el desconocimiento de las tecnologías para impulsar los negocios.
Para apoyar a dichas compañías, el investigador del Tecnológico de Monterrey señala que existe la opción de la banca de desarrollo, pero se tiene que exigir a las autoridades más cursos para saber cómo acceder a esta.
“Ese punto se debe reforzar más con cursos que demuestren los beneficios de la digitalización, que conozcan las herramientas y que puedan tener acceso a un mercado transparente de este tipo de herramientas. La Secretaría de Economía, en este sentido, debería de tener más cursos para impulsar esa cultura digital”, recalca Miguel González.
El doctor en Inteligencia Artificial agrega que existen algunos cursos para apoyar a las MIPYMES; sin embargo, no abordan la cuestión de la transformación digital de raíz.
“Los manejan desde el punto de vista de eficiencia operativa; es decir, con una cultura completamente transaccional, cosa que no necesariamente aplica para una miscelánea, en realidad se necesita un sistema más robusto para poder manejar sus propios inventarios”, indica.
Por otra parte, el directivo de Dynatrace recomienda que las MIPYMES hagan una revisión de su negocio para mover las inversiones que no tienen prioridad en estos momentos, para que así puedan mover ese capital a la transformación digital.
“A lo mejor las empresas tenían inversiones en ciertos proyectos que no estaban siendo considerados como parte de la transformación digital, están cayendo de prioridad y entonces esos presupuestos los pueden mover hacia proyectos que tienen como prioridad la transformación digital porque están viendo que el futuro está ahí”, sugiere Ramón Salas.
Por su parte, González enfatiza que, una vez se tengan los recursos, es necesario apostar por la ciencia de datos en las MIPYMES.
“Hay retos en los que el flujo de la información también tiene mucho que ver. Tecnologías como la ciencia de datos nos puede dar mucho. Y lo más interesante es que no son tan costosas, pero se requiere de mucho talento”, señala.
Ese talento lo pueden encontrar las MIPYMES en plataformas en la nube como Amazon Web Services, Azure o Google, y también en softwares de monitoreo inteligente del negocio como Dynatrace, que tiene un costo de alrededor de mil 600 dólares al año (es decir, pagos mensuales de 2 mil 700 pesos).
Esta transformación digital permitirá a las micro, pequeñas y medianas empresas abarcar a sus usuarios o clientes en territorio nacional, pero también expandirse a otros países al aprovechar los tratados comerciales internacionales, tal como expone la International Chamber of Commerce México (ICC México).
González finaliza con que una de las ventajas es que las MIPYMES tienen diversas herramientas al alcance, pero que todavía existe un gran reto.
“Haciendo un símil con Frankenstein, ya tenemos todas las terminales nerviosas conectadas; ahora hace falta conectarlas un poquito más hacia el cerebro. Es decir, ya existe un WiFi, una red 4G y próximamente una 5G. Ahora lo que necesitamos hacer es, como una gran orquesta, cocer todo a un gran ritmo, de tal modo que podamos utilizar esa información”, invita.