En estas elecciones, la producción viene dada por las propuestas que ofertan los candidatos de partidos o coaliciones, mientras que la demanda está representada por las necesidades de los votantes.
- Las instituciones electorales deben incentivar las propuestas para la competencia y regular que en el mercado no haya monopolios
- El voto puede darle continuidad a una oferta política o castigar en las urnas su incumplimiento
“Los recursos con los que contamos son limitados y las necesidades que tenemos que cubrir son ilimitadas”, es un principio económico aplicable al derecho a votar y ser votado. El ejercicio del poder implica una obligación de asignar recursos de manera eficaz y eficiente para que se cubra la mayor cantidad de prioridades de la sociedad.
Ahora bien, la eficiencia productiva se alcanza cuando no se puede producir una unidad más de algún bien o servicio sin afectar negativamente a otro. Así, se maximiza la producción utilizando todos los recursos disponibles en un periodo de tiempo.
Trasladando lo anterior al mercado electoral, la producción viene dada por las propuestas que realizan los candidatos de partidos o coaliciones. Mientras que la demanda está representada por las necesidades de la sociedad.
Las instituciones electorales deben incentivar y regular las propuestas. Y entre más competitivo sea el proceso y más alejado esté de ser un sistema monopólico en donde un partido tenga ventaja sobre otros, cada vez hay más posibilidades de tener un mercado electoral eficiente.
La mayoría de quienes representan la oferta del mercado electoral realizan propuestas populistas pero inviables con el afán de obtener un mayor número de votos. Sin embargo, la decepción de las y los ciudadanos cada día es mayor por los siguientes errores:
- Selección del equipo de trabajo: es preocupante ver como le dan prioridad a la amistad, lealtad e ideologías sobre la capacidad técnica.
- Evaluación diagnóstica: no contar con ésta es una garantía de fracaso, pues muchos gobernantes proponen e implementan soluciones a problemas que no conocen ni han sido analizados a detalle. La administración pública, aún con diagnósticos precisos, a veces falla.
- Programación y formulación estratégica: en una escala macro y con un horizonte a largo plazo. Debe tener indicadores con metas medibles y costos claros y precisos que se puedan alinear a las necesidades y presupuestos e incluir a los responsables del futuro ejercicio. En muchos de los casos esta parte del proceso es omitida por los ejecutivos de programas, lo que ocasiona el estancamiento de las políticas públicas.
- Implementación y desarrollo de los programas de gobierno: lo más importante para garantizar el éxito en el desarrollo en un programa de gobierno son los “cómo”, donde se encuentra la parte medular. Lamentablemente la mayoría de los candidatos dicen sólo el “qué” y tienen propuestas irrealizables donde el único resultado posible será la decepción de su electorado.
- Evaluación retroalimentadora: al final del ciclo presupuestario de cualquier política pública, es de suma importancia tener las mediciones de retroalimentación que arrojaron las evaluaciones de cualquier programa público para mejoras continuas en su implementación. Es alarmante que altos ejecutivos actualmente ignoren el feedback que pueden obtener o, peor aún, que algunos ni el intento de obtener una evaluación hacen.
Por todo lo anterior, todo individuo con aspiraciones políticas o de cargo público debería capacitarse en la administración pública y presupuestaria, con el único objetivo de llevar a cabo de una manera eficaz y eficiente el uso de los recursos públicos que implementará en los diferentes programas de gobierno.
Con esto se garantizaría al menos información fidedigna donde se señale el uso de los recursos, y los ciudadanos mexicanos estarían mejor informados y preparados para que, a través del sistema democrático, ejerzan su derecho al voto encargándose de darle continuidad a una oferta política o castigando en las urnas su incumplimiento.
Excelente análisis. Veremos si los votantes tendrán la información y capacidad para votar con inteliy