- En este artículo, el estudiante de la Licenciatura en Derecho por la UANL y Tesorero de la Sociedad de Alumnos de la Facultad de Derecho y Criminología reflexiona sobre su paso por las aulas de la FACDYC y ofrece consejos para los nuevos estudiantes
Desde que era niño siempre supe que iba a convertirme en abogado.
Este deseo nació a partir de una serie de vivencias que experimenté a mi corta edad. Durante la época del 2009-2015 notaba cómo la situación de mi país empeoraba por los grandes problemas sociales que lo atacaban en ese entonces.
La UANL tiene en su plantilla académica a catedráticos ejemplares que recordaré durante toda mi vida. Las enseñanzas de ellos no solo terminan en renglones de libros y códigos, si no, en la escuela de la
vida.
Aunque mi edad era limitada, mi voz nunca lo fue. A través de concursos de oratoria y debate, reafirmaba día con día mi compromiso y pasión por la justicia y los derechos humanos. Ya en la preparatoria, tenía la firme convicción de estudiar derecho y convertirme no solo en un abogado, si no en un agente de cambio en beneficio de mi país.
El sentimiento, la historia y tradición en el derecho, hizo que eligiera a la Facultad de Derecho y Criminología de la UANL como mi segunda casa, sobre la posibilidad de ir al Tec de Monterrey. El auténtico estudiante de derecho se forma en las aulas, con la premisa alta en los valores de responsabilidad social y justicia.
La UANL tiene en su plantilla académica a catedráticos ejemplares que recordaré durante toda mi vida. Si en un futuro me preguntaran, cómo fue mi vida como estudiante, la respuesta es simple: feliz. Disfruté a mi manera, cada momento que estuve dentro de la Universidad y los logros que obtuve: la Excelencia Académica, formar parte del programa Talentos UANL, ser tesorero de la Mesa Directiva, entre otros.
Así mismo, todo lo anterior hizo que poco a poco eso rindiera frutos, como fue la “Mención Honorífica” que obtuve del Premio Santos Elizondo.
Estos son 3 conceptos que considero que he aprendido en la Universidad y me han servido en mi formación como abogado:
- El conocimiento.
- La pasión.
- La constancia.
Considero que sin conocimientos no somos abogados, sin la pasión no abogamos y el no tener constancia hace que perdamos el juicio. Hay que tener una balanza entre estos conceptos fundamentales. Sin lugar a duda, las áreas del derecho que más me apasionan son la Constitucional y la Penal.
La libertad como derecho humano debe ser concebido como el derecho fundamental más importante en un Estado democrático moderno. Sin ella, simplemente no seríamos mexicanos.
Estos son 3 conceptos que considero que he aprendido en la Universidad y me ha servido en mi formación como abogado: El conocimiento, la pasión y la constancia.
Espero ejercer como abogado postulante, especialmente en estas dos ramas que mencioné. Uno de mis sueños, es formar mi propio despacho de abogados, y con este llevar casos pro bono, a personas inocentes que buscan la libertad y la justicia.
La ética profesional será la base de todo lo que busco en mi faceta como licenciado en derecho. Como bien dijo Eduardo Juan Couture “Tu deber es luchar por el derecho. Pero el día en que encuentres en conflicto el derecho con la justicia, lucha por la justicia”.