- El autor quien es el actual Cónsul de México en Tucson plantea en este artículo que, frente al auge del nacionalismo económico y el cuestionamiento a la globalización, la región fronteriza entre Sonora y Arizona representa un modelo exitoso de integración económica binacional.
Llegamos al primer cuarto del siglo 21 en lo que parece un turbulento cuestionamiento a las relaciones comerciales y políticas globales, principalmente desde el país que en el siglo 20 fue el impulsor del libre comercio y la integración económica.
La geopolítica ha cambiado y, en vez de globalización, en algunos países se está imponiendo un modelo nacionalista para la producción mundial de los bienes de consumo.
Entre los dos extremos, sin embargo, hay un modelo intermedio que permite lograr dos aspiraciones que no son excluyentes: productos más baratos para el consumidor, al tiempo de crear fuentes de empleo más cercanas a ese mismo consumidor: las “Mega Regiones” fronterizas, como la que han consolidado Sonora y Arizona.
La competitividad económica de ambos estados, uno en la Unión Americana y otro en México, por décadas se ha consolidado por la integración fronteriza. Casi todos los sectores sociales de un lado y otro de la frontera han comprendido que su propia productividad y atractividad están muy asociadas con ser una Mega Región con muchos recursos humanos y materiales.
No se forma una Mega Región de un día para otro, más bien se integra con los vínculos que ya existen, que en el caso de Sonora y Arizona son históricos, familiares, de identidad, culturales, geográficos y ecológicos.
Cuando los sectores público, privado, social y educativo en estas tierras fronterizas lo entendieron, fueron capaces de potenciar esos vínculos. Especialmente luego de que se creó un Tratado de Libre Comercio que ha evolucionado al actual T-MEC (USMCA, por sus siglas en inglés).
No sólo se beneficiaban de los mercados que tenían en el estado vecino, sino que sus actividades comerciales, productivas y de servicios se intensificaban para ser intermediarios en el paso de productos que vienen del resto de México y del resto de Estados Unidos para ser exportados o importados.
Desde 2023, México se convirtió en el principal socio comercial de Estados Unidos, pero el comercio internacional entre Arizona y México desde hace mucho hacía a nuestro país el principal socio de este estado.
En el último trimestre del 2024, aun con los anuncios y amenazas sobre la imposición de aranceles, este intercambio sumó más de 8 mil 900 millones de dólares.
Sonora y Arizona han apostado en sectores estratégicos como el automotriz usando como atractivo para los inversores la integración de las cadenas de valor con el estado vecino del país vecino. Con el Plan Sonora, que da énfasis a industrias como electromovilidad, energías limpias y semiconductores, esta Mega Región ha vuelto a coincidir en prioridades y estrategias.
La formación de esta Mega Región y el excelente diálogo político que se tiene entre las autoridades de Arizona y Sonora han permitido incluso que, a nivel local, se avancen proyectos concretos.
Recientemente, el gobernador sonorense, Alfonso Durazo, y la gobernadora arizonense, Katie Hobbs, compartieron las coincidencias en torno al crecimiento, el desarrollo y la formación de talento humano en un foro económico organizado en Tucson por la Cámara de Comercio Hispana del Sur de Arizona.
El Consulado de México en Tucson, como lo hacen los otros cuatro consulados mexicanos en Arizona, participa desde su trinchera en impulsar la promoción económica, la vinculación con el sector empresarial, promoviendo proyectos y relaciones estratégicas que propicien el desarrollo económico-comercial transfronterizo con nuestro país.
La política exterior mexicana tiene como propósito acercar oportunidades de desarrollo a nuestro país y la integración económica de las zonas fronterizas lo hace de manera prodigiosa.
Este intercambio comercial e integración productiva entre estados vecinos ha propiciado un ambiente en el que proveedores de productos y servicios mexicanos extiendan su área de mercado más allá de la frontera, al igual que lo hacen los arizonenses.
Por ello, cada vez son más las personas emprendedoras de los dos países que realizan actividades económicas binacionales en esta Mega Región fronteriza, tanto de la industria como de los servicios, en sectores que llegan hasta el sector gastronómico que nos hace hoy por hoy compartir no sólo la competitividad y el espíritu emprendedor e innovador, sino también los sabores del desierto que nos hermana.