- En este artículo el autor enfatiza el papel crucial que desempeñan los notarios públicos en la creación de los fideicomisos como una herramienta legal que brinda beneficios fiscales y patrimoniales a quienes los utilizan en el mundo de negocios.
El fideicomiso en México es una herramienta legal que proporciona beneficios fiscales y patrimoniales a quienes la utilizan.
Esta figura está regulada por la Ley de Instituciones de Crédito y la Ley del Mercado de Valores. Y en ella participan tres sujetos principales: el Fideicomitente, quien aporta los bienes al patrimonio del fideicomiso; la Fiduciaria, representada por una institución financiera que administra el patrimonio; y el Fideicomisario, quien recibe los beneficios derivados de la gestión del fideicomiso.
Existen diversas modalidades de fideicomisos que se adaptan a diferentes objetivos. Entre los más comunes se encuentran el fideicomiso de inversión en bienes raíces, el fideicomiso de administración y el fideicomiso de garantía.
Los notarios públicos desempeñan un papel crucial en la creación de fideicomisos, ya que es ante ellos que se lleva a cabo la constitución de estas figuras mediante una Escritura Pública.
La función del notario público en la constitución del fideicomiso consiste en garantizar el cumplimiento de los requisitos legales establecidos por las normativas mexicanas y asegurarse de que dichos requisitos queden debidamente registrados en el acta constitutiva del fideicomiso.
El notario público deberá en primer lugar, certificar la identidad de los sujetos partícipes en el proceso de creación del fideicomiso, para lo cual verificará la capacidad legal de estos.
En el caso de la institución financiera que actuará como fiduciaria, el notario validará los documentos con los que los representantes de esta comparecen, estableciendo si en efecto estos tienen las facultades suficientes para celebrar y someter a su representada a las cláusulas que se pactarán dentro del fideicomiso.
En el caso en el que los fideicomitentes y fideicomisarios sean personas morales, también se deberá verificar que cuenten con los documentos idóneos de donde se desprendan las facultades con las que cuentan sus apoderados para representar a sus respectivas sociedades en el acto jurídico.
Una vez verificada la identidad y facultades de los participantes, el notario deberá redactar el cuerpo y clausulado del contrato de fideicomiso, identificando claramente la aportación patrimonial de lo fideicomitentes, el objeto del contrato y las obligaciones y derechos de cada una de las partes tendientes al cumplimiento de los fines del fideicomiso.
Una vez firmado el documento, el notario público deberá realizar las gestiones necesarias para dar publicidad al acto jurídico y registrarlo ante el Registro Público de la Propiedad y del Comercio o ante la autoridad correspondiente, dependiendo el objeto del contrato.
El notario público, de igual forma se cerciorará de que las partes cumplan con sus obligaciones fiscales realizando el pago de impuestos y presentando las declaraciones correspondientes.
Los contratos de fideicomiso son herramientas patrimoniales y fiscales que pueden ser utilizadas por las personas a efecto de proteger su patrimonio, realizar proyectos inmobiliarios, o garantizar el cumplimiento de obligaciones contractuales. Es importante asesorarse con un notario público para aprovechar todos las ventajas de estas herramientas.