El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, tiene una postura de liderazgo en cuanto al combate al cambio climático contrario a la reforma energética del Gobierno federal mexicano que contradice el Acuerdo de París.
En la 26 Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático se discutirá la forma de implementar el Acuerdo de París
- México debe tener en cuenta que una actitud de incumplimiento a los compromisos adoptados en ese rubro puede resultar en fricciones con Estados Unidos
- 22 por ciento debe México de reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero para el año 2030
¿Quién ganará la elección presidencial en los Estados Unidos de América? Era la pregunta de hace aproximadamente un año para intentar pronosticar cuál sería el rumbo de las políticas de combate al cambio climático.
Era notable la diferencia en la posturas de los candidatos. Por un lado, Donald Trump anunció desde el 2017 el retiro de su país del Acuerdo de París, notificando tal determinación a la Secretaría General de la Organización de las Naciones Unidas en 2019, que surtió efectos el 4 de noviembre de 2020.
Por otro lado, el entonces candidato demócrata, Joe Biden, prometió el regreso de Estados Unidos a la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC), del 12 de diciembre de 2015.
La historia es conocida y Biden es el actual presidente, quien ha estado muy activo este año respecto a su postura de combate al calentamiento global. El 19 de febrero, Estados Unidos se reincorporó oficialmente al Acuerdo de París; asimismo, convocó a la Cumbre Virtual de Líderes sobre el Clima, que tuvo lugar en abril y se comprometió a recortar a la mitad las emisiones Gases Efecto Invernadero (GEI) de su país para 2030 con respecto a los niveles de 2005.
En septiembre de 2021, en un foro sobre energía y cambio climático, Biden reiteró, ante otros mandatarios (incluido el de México), su compromiso para aumentar el financiamiento a países en desarrollo para enfrentar la crisis climática.
En términos generales, el presidente norteamericano ha situado la lucha del cambio climático como eje central de su política exterior. No obstante que al interior existan incongruencias en sus actos de gobierno.
El combate al cambio climático en México
En México, el Gobierno federal mantiene sus esfuerzos para imponer su política energética que tanto ha sido criticada por contradecir los compromisos adquiridos a través del Acuerdo de París.
Esto se ha vuelto un tema muy recurrente con la reciente iniciativa de reforma constitucional propuesta por el presidente Andrés Manuel López Obrador, la cual pretende dejar insubsistente el esquema normativo sobre electricidad que fue introducido en diciembre de 2013. Con esta modificación se privilegiaría el despacho de las centrales eléctricas que generan electricidad a partir de fuentes fósiles.
La misma propuesta de reforma constitucional establece que el Estado queda a cargo de la transición energética (como si no lo estuviera ya) para reducir las emisiones de GEI. Pero simplemente no advierte cómo será posible degradar la generación de energías renovables con la cancelación de todos los permisos de generación privados y la eliminación de obligaciones de energías limpias a los particulares para dar paso a la generación con base en combustóleo y carbón que, para la Comisión Federal de Electricidad (CFE), es más confiable y segura.
Este panorama parece acercar más a nuestro país al pronóstico de incumplimiento de la contribución comprometida de reducir 22% sus emisiones de gases de efecto invernadero para el año 2030. Por el momento no ha habido un pronunciamiento u opinión por parte Estados Unidos sobre las implicaciones ambientales de la propuesta de reforma constitucional (que sí ha existido en cuanto a otro tipo de implicaciones como la afectación a inversiones, por ejemplo).
Sin embargo, dependiendo de la evolución que tenga el proceso de esta contrarreforma energética, deberemos estar atentos a la 26 Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático que tendrá lugar en Glasgow, Escocia, del 31 de octubre al 12 de noviembre. Si bien no se adoptarán nuevos acuerdos, en este evento se discutirá la forma de lograr la plena implementación del Acuerdo de París.
Con el mismo protagonismo y liderazgo del presidente de Estados Unidos ante el combate al cambio climático, México debe tener en cuenta que una actitud de incumplimiento a los compromisos adoptados en ese rubro puede resultar en fricciones en las relaciones entre ambos países.