Con la pandemia del Covid-19, el home office obliga a los despachos de abogados a una reorganización tecnológica para continuar brindando servicios de calidad a los clientes
Dada la situación de la pandemia Covid-19, fue que empresas de los distintos sectores de la economía comenzaron a romper paradigmas laborales, por lo que tuvo que ser repentina la adaptación en los modelos tradicionales de trabajo.
Tras haberse dado órdenes gubernamentales que restringen o limitan la asistencia a los centros de trabajo, así como la indicación expresa de “Quédate en Casa”, la modalidad de trabajo en casa se acrecentó.
Como consecuencia, fue que muchas empresas o centros de trabajo rápidamente se acoplaron a la necesidad e implementaron estrategias de trabajo eficaces para la continuación de sus labores y claro, hay algunas otras que no pudieron seguir el paso.
El simple hecho de que el prestador del servicio jurídico labore desde su hogar representa un reto si consideramos que el poner a disposición del cliente unas oficinas corporativas forma parte del servicio integral que el abogado le ofrece.
Lo irónico es que, aunque la oficina no tiene valor alguno en el servicio, se busca a través de ésta, otorgar un espacio para hablar con el abogado sobre sus asuntos y la refelja la confianza que lo presencial otorga.
Y la oficina expande ese campo de confidencialidad que un teléfono no otorga.
Sin embargo, con el tiempo y dadas las circunstancias actuales se ha llegado a considerar que lo anterior ha pasado a un segundo término y los abogados han tenido que voltear a ver otras estrategias de negocio para obtener como resultado la satisfacción del cliente.
Se considera que los puntos clave para lograr dicha satisfacción, mediante la implementación del home office son: otorgar un servicio inmediato, resultados a corto plazo, actualización en temas de interés y continuidad en los asuntos.
Si se entrelazan los puntos anteriores, se considera que se llevará al cliente a una experiencia sumamente satisfactoria. Cabe mencionar que, las herramientas tecnológicas representan un factor fundamental para llegar a esto.
Con nuevos clientes es más complicado crear empatía vía remota, no obstante, la persistencia y la capacidad, serán factores que detonarán el compromiso entre el prestador del servicio y el cliente.
El home office ya se está considerando como la nueva práctica laboral, lo que está obligando incluso a los despachos o firmas de abogados, a incorporar prácticas internas que pudieron haber sido impensables hace algunos meses
Por otra parte se encuentra que, el home office ya se está considerando como la nueva práctica laboral, lo que está obligando incluso a los despachos o firmas de abogados, a incorporar prácticas internas que pudieron haber sido impensables hace algunos meses.
En el sector de la abogacía un factor fundamental para que los despachos o firmas puedan puedan seguir funcionando correctamente es el uso de las nuevas tecnologías.
Actualmente, éstas ya no sólo deben de considerarse relevantes para aquellos que buscan innovar en el ámbito profesional, sino que deben de comenzar a implementarse como parte de su transformación, la cual en virtud de la situación mundial de salud por la que se atraviesa tiene como finalidad el poder mantener esa sana distancia entre los colegas y así evitar contagios.
En la cruda realidad el home office en los despachos, antes de esto, se otorgaba como un beneficio, particularmente a las mujeres con hijos pequeños, raramente era utilizado para otros colaboradores y cuando se utilizaba tenía como consecuencia el no ser tomados en cuenta para proyectos importantes o de alto impacto, cuestión que se ha quedado atrás en esta época de transformación.
En el sector de la abogacía un factor fundamental para que los despachos o firmas puedan puedan seguir funcionando correctamente es el uso de las nuevas tecnologías
Consecuencia de lo anterior, la tecnología se ha utilizado como herramienta para el home office, lo cual se traduce en dejar de lado grandes gastos fijos, además de que a su vez, permiten tener constante comunicación, un cabal seguimiento y control sobre los asuntos que se llevan en la actividad jurídica, así como, la adecuada circulación de los documentos e información emitida por la autoridad.
Se vuelve un gran reto en el área del litigio, debido a que cada una de las autoridades jurisdiccionales tiene sus propias reglas, lo cual ha llevado a que se implementen diversas herramientas para llevar a cabo la impartición de justicia.
De igual manera, se encuentra frente a la situación, que al ser la tecnología una herramienta para hacer eficiente el trabajo, lo complicado será que la misma sea utilizada correctamente y se encuentre constantemente actualizada para poder tener acceso la información al instante y acertada, que permitan hacer del home office.
Por su parte, para el área corporativa, es menester encontrar una herramienta de comunicación compatible con los clientes, y que a su vez, ésta sea fácil de accesar, considerando que se trabaja desde casa, de forma que permita asistir en la operación de los negocios.
De igual forma, se considera que la sana distancia y el home office, no son limitantes para que las operaciones corporativas se materialicen toda vez que es posible la celebración de actos jurídicos a distancia, contando con los medios de tecnología adecuados.